Quizas

¿Quién podría hablar de la vida?
¿Quién tiene el boleto comprado?.
Creo que ni el filosofo,
ni el poeta, ni tampoco,
aquel sabio.


¿Quién tiene el boleto?
Ni el niño, ni el joven,
ni el adulto.
Quizás aquel anciano,
por su experiencia.


Después de estos, 
casi veinticuatro años de vida,
aprendí algo.
Aprendí hacer lo que digo,
y no a decir lo que hago.


Vos podrías pensar que es un juego de
palabras y esta bien.
Pero inténtalo...

Hoy

Nada hoy me puede
hacer recobrar la sonrisa.
Nada hoy le puede,
dar de comer a mi cuore.


Hoy nada queda,
ni nada falta decir.


Hoy todo tiene oscuridad,
hoy estoy tan solo,
que siento miedo...


Yomar Miranda

Locura

Hoy desperté y te sentí cerca mio,

pero solo era un sentir.

Mas luego, tu imagen.

Divago por mi cuento.

Enseguida, el desayuno.

Tu imagen que todo lo puede

se sentó en mi falda,

y te regalé un mate dulce, 

porque la amargura

está dentro mio.

Ahora espero que ese teléfono suene.

Al escuchar el rin, salí corriendo, 

me caí de la cama 

y me di cuenta que era el maldito despertador. 

Otra vez, tu figura se confundía

en mis sueños de este cuarto 

que, solamente, tiene, 

como adornos.

Otras camas, con otros internos,

que dicen que se volvieron locos.

Locos, por el amor de un Redes.

¿Sabías?

¿Sabías que? No tardaría en llegar a mis ojos este nuevo rostro que se grabó en mi mente, y es más que un sueño recurrente.

Recordarte tocando mis labios con los tuyos.

Mientras tanto algún tema de Sanz tocaba para nosotros...

Inesperadamente, crece de mis ojos lo que te doy para contemplar tu simple y exquisita forma de ser ante mis vulnerables formas y formas de continuar con toda mi vida. 

Yomar Miranda.

Que iluso

Que iluso que fui.
Yo creía soportar
que otros labios te besarán
y otras manos te tocarán.


Caminando por el sendero del amor,
tus labios me cambiaron el sabor,
y sin proponertelo me dijiste corazon.


Quererte, amarte y abrazarte,
hasta el final.
El viento que sopla,
sopla por nuestro sentir.
¡Qué iluso que fui!!




Corazon clausurado,
cuantas historias pagando.
Te doy el pasaje de vuelta,
pero por favor
no me cierres la puerta.


Que iluso fui.
Con estas lineas
quise destruir
lo que tienes por allí.


Ya no se qué decir.
solo un adiós.
este es el fin.


Perdóname que te juegue,
pero tu terquedad no te
servirá para el futuro.


Mi amor...
Ese hombre
es un trofeo sin valor.
Que iluso que fui...


Yomar Miranda.

Amor y odio

Necesito descubrir
el lugar de hoy.
Necesito descubrir
de qué color es el día,
para poder pintarlo,
pintarlo con una sonrisa.


Necesito saber
qué hora es ahora,
para poder darle tiempo a mi corazón.


Necesito saber
porque dos y dos
es veintidos,
y no es cuatro.


Necesito saber
cuanto suman todas estas frases,
para poder dividir.
el odio del amor.


Yomar Miranda