Cielo

Se llenan mis pupilas,

Cuando tu alma roza la mía.

De lágrimas escondidas

Saladas enemigas

Del dolor en agonía.

Tú, palabras mudas

Que escriben tus labios.

Yo, un libro

Con hojas en blanco.

Emocionado,

Con lágrimas en los labios,

Como niño y sus primeros pasos,

Como niño que siente amor del ser cercano.

Cercano en los sueños,

Cercano de momentos.

Momentos eternos,

Dentro de los sueños,

Inalcanzables en los lamentos.

Gota de sal

Como amarga salida

De los problemas que día a día

Llenan mi vida.

Gota de cielo,

Nube y te quiero

Mirando tus ojos

Nado en deseo.

Mi deseo,

Un espejo sin reflejo,

Sentimiento desperdiciado

Si a mi lado no te tengo.

Hoy te miro.

Tres promesas y un rezo,

Prometo vender al miedo,

Cuidar mi cielo,

Amarte sin tiempos.

Rezar que no llore el cielo,

Que no se mojen de miedo,

Mis eternos momentos…

Llévame Don del oído sordo.

Escucha latidos.

Pequeño ruido,

Que despierta al ser dormido,

Y le recuerda estar vivo.

Vivo, gota de rocío.

Contemplando un cielo.

Soñando con hermoso encuentro,

Entre los ojos y estos versos.

Yomar Miranda 

Fuiste tu

Ésto lo pongo porque me esta pasando en este momento... Y siento que concuerda con mi situación y gracias a eso siento cada día que fuiste TU....

Fuiste tú,
Tenerte fue una foto tuya puesta en mi cartera,
un beso y verte hacer pequeño por la carretera.
Lo tuyo fue la intermitencia y la melancolía,
lo mío fue aceptarlo todo porque te quería.
Verte llegar fue luz, verte partir un blues.

Fuiste tú,
de más está decir que sobra decir tantas cosas,
o aprendes a querer la espina o no aceptes rosas.
Jamás te dije una mentira o te inventé un chantaje,
las nubes grises también forman parte de paisaje.
Y no me veas así, si hubo un culpable aquí…
Fuiste tú.

Que fácil fue tocar el cielo la primera vez,
cuando los besos fueron el motor de arranque,
que encendió la luz que hoy se desaparece.

Así se disfraza el amor para su conveniencia,
aceptando todo sin hacer preguntas,
y dejando al tiempo la estocada a muerte.
Nada más que decir,
sólo queda insistir…
Dilo….

Fuiste tú,
la luz de neón del barrio sabe que estoy tan cansado,
me ha visto caminar descalzo por la madrugada.
Estoy en medio del que soy y del que tú quisieras,
queriendo despertar pensando como no quisiera.
Y no me veas así, si hubo un culpable aquí…
Fuiste tú.

Que fácil fue tocar el cielo la primera vez,
cuando los besos fueron el motor de arranque,
que encendió la luz que hoy se desaparece.

Así se disfraza el amor para su conveniencia,
aceptando todo sin hacer preguntas,
y dejando al tiempo la estocada a muerte.
Nada más que decir,
sólo queda insistir…

Que fácil fue tocar el cielo la primera vez,
cuando los besos fueron el motor de arranque,
que encendió la luz que hoy se desaparece.

Así se disfraza el amor para su conveniencia,
aceptando todo sin hacer preguntas,
y dejando al tiempo la estocada a muerte.
Nada más que decir,
si quieres insistir…
Fuiste tú. 

Shopping

No podré explicar, ni tampoco imaginar ésto que hoy estoy viviendo. Por eso, en estas líneas confundidas, voy a decirles que este amor es único e inexplicable. Sólo nosotros sabemos que nos pasa. No hay ni un solo testigo. Ustedes creerán que van  a ser los privilegiados, pero lamento decirles que no. 

Solamente sabrán que hay dos personas que se aman y no pueden explicarlo. Lo que no sabrán es la esencia de ese amor. Porque el amor no tiene explicación, ni testigos. Pero si imaginación, que en este momento salió de shopping porque necesita combustible, para que el amor siga funcionando en los mismos cabales y pasión que lo hizo siempre.                  

Yomar Miranda